Hoy toca volver a hablar de series y para la ocasión os traigo una de policías. Se trata de Blue Bloods, que ha sido traducida terriblemente (al igual que muchas películas) como "Familia de Policías". Se estrenó en Septiembre del año 2010 y muy rápidamente fue renovada para una segunda temporada debido a sus buenos datos de audiencia, siempre por encima de los diez millones de espectadores. Se encuentra en emisión ahora mismo en la cadena CBS la segunda temporada que consta de 22 episodios, al igual que la primera.
Cada capítulo sigue una parecida estructura como buena serie de polis, porque ante todo, esta es una buena serie, una serie que está bien realizada y que tiene un caso en el que se suele basar cada episodio y una historia principal que se desarrolla a lo largo de toda la temporada. La serie narra las peripecias de una serie de policías que pertenecen a la misma familia y que viven en la ciudad de Nueva York. Esto, para mi, es uno de los grandes atractivos de la serie, ya que las imágenes que salen de la ciudad son francamente espectaculares. El abuelo fue el primer poli de la saga y está jubilado, el padre es el jefe de la policía de Nueva York, dos de los hijos son policías (uno es inspector y el otro patrulla en las calles) y la tercera hermana es fiscal del distrito. Algo muy alabado por la crítica estadounidense fueron las imágenes de las cenas familiares y os podéis imaginar de que pueden hablar cuando están sentados a la mesa.
Entre todos los intérpretes de la serie destaca, el bueno de Tom Selleck, al que yo siempre recordaré como el gran Magnum, ya que me encantaba aquella serie y sobre todo el Ferrari que se gastaba, el Robin 1. Tom Selleck es Frank Reagan, el jefe de la policía de Nueva York, que tendrá que lidiar con los problemas que acechan a la ciudad y de paso ocuparse de mantener la familia unida ya que está viudo de la madre de sus tres hijos. Su interpretación es muy buena y ha sido alabada por la crítica, sobre todo en los periódicos neoyorkinos.
Una gran serie. Recuerda un poco a las grandes series de policías de antaño y el que sea una familia le da un toque distinto a todo lo que habíamos visto hasta ahora. Espero que os guste y os animéis a verla.
Namaste
Cada capítulo sigue una parecida estructura como buena serie de polis, porque ante todo, esta es una buena serie, una serie que está bien realizada y que tiene un caso en el que se suele basar cada episodio y una historia principal que se desarrolla a lo largo de toda la temporada. La serie narra las peripecias de una serie de policías que pertenecen a la misma familia y que viven en la ciudad de Nueva York. Esto, para mi, es uno de los grandes atractivos de la serie, ya que las imágenes que salen de la ciudad son francamente espectaculares. El abuelo fue el primer poli de la saga y está jubilado, el padre es el jefe de la policía de Nueva York, dos de los hijos son policías (uno es inspector y el otro patrulla en las calles) y la tercera hermana es fiscal del distrito. Algo muy alabado por la crítica estadounidense fueron las imágenes de las cenas familiares y os podéis imaginar de que pueden hablar cuando están sentados a la mesa.
Todos los miembros de la familia
Entre todos los intérpretes de la serie destaca, el bueno de Tom Selleck, al que yo siempre recordaré como el gran Magnum, ya que me encantaba aquella serie y sobre todo el Ferrari que se gastaba, el Robin 1. Tom Selleck es Frank Reagan, el jefe de la policía de Nueva York, que tendrá que lidiar con los problemas que acechan a la ciudad y de paso ocuparse de mantener la familia unida ya que está viudo de la madre de sus tres hijos. Su interpretación es muy buena y ha sido alabada por la crítica, sobre todo en los periódicos neoyorkinos.
Una gran serie. Recuerda un poco a las grandes series de policías de antaño y el que sea una familia le da un toque distinto a todo lo que habíamos visto hasta ahora. Espero que os guste y os animéis a verla.
Namaste
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