LEBRON JAMES

Hablar de quien es el jugador de baloncesto más dominante del planeta es algo complicado. Este tipo de valoraciones son siempre muy complicadas pero creo que nadie me podrá negar que el actual MVP de la NBA, el todopoderoso King James, se viene a la mente en cuanto uno piensa en ese jugador superlativo que domina allá por donde pasa.

He de reconocer, lo primero, que Lebron no es santo de mi devoción. Desde que desembocó en la NBA he seguido su carrera, a veces, hasta con cierto desprecio, porque ese juego suyo basado en el físico más espectacular del planeta, no acababa de llenarme. Tampoco he sido de Kobe aunque su estilo sea mucho más refinado, pero si en cambio me apasiona ver jugar a Kevin Durant. Para mi, otro estilo, otra facilidad para hacer las cosas, algo diferente a lo que impera y reina en estos tiempos en la NBA. Aún así, si me gusta y mucho el gran Derrick Rose que evidentemente tiene mucho de su juego basado en el físico pero para mi no tanto como Lebron.

Es evidente que los números de Lebron hablan por si solos. En la temporada regular que acaba de terminar sus  27,6 puntos, 7,2 rebotes y casi 6,8 asistencias nos muestran un jugador legendario con unos números que sólamente unos pocos pueden conseguir a lo largo de la historia. El nivel de la liga no es ni mucho menos el que había en los 80 por poner un ejemplo pero eso no resta valor para mi, a lo conseguido por esta fuerza de la naturaleza.

Gran parte de la percepción que tenía de Lebron cambió cuando vi el documental More than a Game. Sino lo habéis visto lo recomiendo, es una auténtica gozada. El documental trata la historia que vive Lebron junto a sus amigos de Akron en la búsqueda de conseguir el ansiado título nacional de instituto. Es impresionante ver al Lebron de 15 años jugar al baloncesto. Para mi, sin duda es un jugador mucho más completo del que es ahora mismo. Era impresionante verle botar el balón, verle tirar de tres puntos y como dominaba el juego a ambos lados de la canasta. El Lebron actual es como he dicho antes una fuerza de la naturaleza pero tanto músculo le ha hecho perder frescura en el juego. Sus movimientos no son tan naturales como antes y sus porcentajes de tiro de tres puntos estoy seguro que han empeorado con el tiempo. Este es el trailer del documental, seguro que os anima a buscarlo y visionarlo.

Solo le falta ganar el título para entrar en el Olimpo de los dioses NBA (no creo que deje pasar este año para hacerlo) y recordemos que solamente tiene 27 años. Este futuro Hall of Fame está marcando la NBA de este siglo y aunque nos guste más o menos su juego está bien reconocer que es uno de los grandes dominadores de nuestro deporte, seguramente ahora mismo el gran dominador.

Namaste