Todavía no había disputado la maratón de Valencia y ya estaba inscrito para la que tendría que ser mi segunda maratón, Sevilla.
La verdad es que me inscribí con muchas reservas. No tenía ni idea de como iba a responder mi cuerpo en Valencia. Pensé muchas veces que iba a sufrir tanto que quizá no quisiera volver a correr en mi vida. La verdad, es que sufrí, sufrí como nunca lo había hecho. Pero también me lo pasé muy bien, me hizo muy feliz terminar la prueba y quiero volver a sentir esa sensación de nuevo.
Viendo lo que hacen muchos runners populares y aprendiendo un poco de la gente con más experiencia creo que dos maratones al año es la medida adecuada. La preparación es dura, muy dura y hay que plantearse bien los objetivos como para tomárselo a la ligera. Y como en 2013 ha sido mi debut, para 2014 intentaré plantearme esa máxima. Un maratón en primavera y otro en invierno, esa creo que debe ser la medida adecuada.
Y aprovechando que por circunstancias laborales resido en Andalucía, pues he escogido Sevilla para mi segundo asalto. Seguramente las prisas me han vuelto a jugar una mala pasada. Para la primera vez fui muy deprisa (10 meses desde que había empezado a correr), y para la segunda me temo que también (poco tiempo de recuperación desde Valencia). La decisión adecuada seguramente sería haber elegido para ese segundo asalto Barcelona o Madrid, pero......... no se cuanto tiempo seguiré residiendo por aquí y es una pena perder una oportunidad como esta. Viviendo en Huelva, no tendré que pagar hotel para correr en Sevilla (estamos a escasos 50 minutos) y es algo que no podía dejar escapar. A lo mejor en febrero de 2015 sigo aquí, pero por si acaso la disputaré ahora y ya tendré tiempo de correr en las otras dos grandes maratones de este país.
Además no os voy a negar, que como buen gallego que soy, sigo desconfiado. Desconfío de mi capacidad para enfrentarme con semejante prueba y el perfil de Sevilla es mucho más asequible que el de Madrid o Barcelona. Presumen de ser la maratón más llana de Europa así que la dificultad añadida de un circuito rompepiernas no se sumará a lo ya complicado que resulta correr 42 kilómetros.
Hoy precisamente han comunicado que tres meses antes cierran el período de inscripción por completarse el cupo establecido. La verdad es que no deja de ser bastante sorprendente que con tanta antelación se terminen los dorsales. Parece que va a ser verdad, que el running está de moda, y que correr maratones es algo que apetece a mucha gente. La inscripción para carreras populares sigue en un continuo aumento pero yo sinceramente no veo a mucha gente corriendo, o esa es mi sensación.
Bueno y a lo que iba, aprovechando el cambio de rumbo de este blog, voy a intentar recopilar por aquí las 14 semanas de preparación que voy a realizar hasta el 23 de febrero. Supongo que mi plan de entrenamiento no le importará a casi nadie, pero colgarlo me servirá a mi, a modo de archivo y podré consultarlo cuando de nuevo me enfrente al gran Filípides. Además de eso, seguro que meteré la pata tantas veces en la preparación (y por supuesto, no me daré cuenta) que algún alma caritativa me orientará o me dirá lo mal que lo estoy haciendo.
Namaste
Yo no soy quien para decirte si dos maratones con esa separación entre ambos está bien o mal pero desde mi humilde opinión, creo que tienes tiempo suficiente para recuperarte de la de Valencia y atacar la de Sevilla con garantías y además con la experiencia de haber corrido ya los 42,195 km.
ResponderEliminarÁnimo!!! Yo me quedo por aquí para ver como vas en tu preparación. Un abrazo, Isaac.