MARATÓN DE VALENCIA 2013

Un sueño, correr una maratón era un sueño que quería cumplir. Se que acorté los plazos, se que no estaba todo lo bien preparado que una prueba de estas características necesita, pero quería que fuera este año, quería correr una maratón en el año 2013. El número 13, tiene un significado especial para mi. Siempre ha sido mi número cuando jugué al basket y además mi mujer y yo lo llevamos tatuado por diversas circunstancias así que tenía que ser en este año cuando disputara mi primera maratón. Lo racional hubiera sido esperar a Sevilla 2014, pero el corazón esta vez, tiró mucho más que la cabeza.

Llegó el viernes 15 de noviembre, me levanté temprano, como siempre, para ir a currar. La mañana fue tranquila, algo raro un viernes, pero se me hizo eterna. Por fin llegó la hora de salida, a casa a buscar el coche, a la guardería a recoger a Celtia, y nos ponemos en marcha. Nos esperan alrededor de seis horas de coche hasta llegar a Valencia.

Un viaje durillo, pero alrededor de las ocho de la tarde estábamos aparcando en el Hotel Solvasa Valencia (un 3 estrellas sin mucho lujo, pero muy acogedor y a 7-8 minutos caminando de la salida/llegada de la carrera), que sería nuestro cuartel general en los días que pasaríamos en la ciudad del Turia. Sin mucho tiempo, dejamos los bártulos y bajamos a un bar que había justo enfrente para cenar algo y volvernos rápido a la habitación que la pequeña tiene unos horarios que hay que cumplir.

Después de una noche en la que dormimos poco (Celtia se notaba rara en el hotel y dio bastante por saco), nos levantamos y previo desayuno tiramos tempranito (es lo bueno de tener una hija despertador) a la Feria del Corredor para recoger el dorsal para la carrera. Según dábamos el pequeño paseo que nos llevaría a la Ciudad de las Artes y las Ciencias mi cuerpo empieza a notar algo raro en el estómago, una sensación nerviosa, un algo raro que no se muy bien explicar. Es un paseo de nada, pero se me hizo larguísimo, estaba deseando ver la llegada, estaba deseando ver esa famosa alfombra azul. Llegamos y ahí estaba, todo por lo que había luchado este año, todo por lo que había peleado, esa era meta, la que tenía que cruzar mañana si, o si. Estaba mojada, no lucía mucho en una mañana bastante perra de frío y viento, pero era preciosa. La había visualizado tantas veces entrenando que ya era como de la familia.

Allí mismo me llevé una de las primeras alegrías del finde. Allí estaba con su gorra fosfy el gran Novatillo, acompañado de su inseparable Novatilla. Nos presentamos, charlamos un rato y nos dirigimos todos juntos a recoger el dorsal. Un trámite rápido y ya lo tengo en mi poder. En cuanto lo tenemos, comprobamos que funciona, en unas monitores allí instalados y cruzamos a recoger la bolsa del corredor. Tenía tanta ilusión por mi primera bolsa, de mi primera maratón que cuando la vi, me dieron ganas de llorar. Tres pasteles tristes, dos revistas, un montón de publicidad y una camiseta negra que parece para ir de entierro. Ya sé que no era lo importante, pero después de pagar 50 euros, me esperaba algo más. Por lo menos la camiseta me sirve, gracias a mis 190 centímetros, ya que a muchos de los que allí estuvieron les dieron tallas que no les correspondían.

Una vez con la bolsa y el dorsal, nos despedimos de los Novatillos y vamos a cotillear en la Feria del Corredor. Nada del otro jueves, otra pequeña decepción. Serían como las once de la mañana y decidimos marcharnos de allí. Habíamos desayunado pronto así que le digo a mi mujer que hay que buscar un sitio para tomar una cañita y un pinchito y allá que nos vamos. Un centro comercial cercano nos sirvió de refugio y ya quedamos allí para la comida. Franquicia de restaurante italiano, un buen plato de spaguetti y al hotel a dormir la siesta.

Sobre las seis, quedamos con una amiga que venía a Valencia ese finde, a ver a su cuñado que también debutaba en la maratón. Muchas gracias Celia, por el rato tan bueno que pasamos juntos y por animarme tanto el domingo, eres la mejor. La reunión duró poco, teníamos que recogernos pronto para bañar a la niña, cenar tranquilamente y acostarnos que mañana sería el gran día. Mi mujer arregló la cena con un bocata y un par de birras en el bar donde pinchamos algo la noche anterior pero yo necesitaba algo más consistente así que pedí una triste pizza y me la cené en la habitación. Esta sería me carga de hidratos para el día siguiente.

A las diez de la noche, luz apagada, es hora de dormir. Mientras intento quedarme dormido, pido al señor Filípides esté donde esté que le de un tranquilizante a Celtia, para que duerma toda la noche del tirón y me deje descansar que buena falta me hará para el día siguiente. Mis plegarias son atendidas y los tres dormimos como troncos.

Y llegó el día!!!!! El despertador no llegó a sonar, a las seis menos cuarto ya estoy con los ojos como platos. Sin hacer mucho ruido para no despertar al personal me visto, trinco mi botella de litro y medio de Aquarius, el ipad y me piro a desayunar. No abrían hasta las 6,30 así que leí la prensa en el hall del hotel mientras esperaba a que abrieran el restaurante. Lo típico, aquello se fue llenando de runners en chandal para hacer acopio de energía para la carrera. Mi desayuno, rápido y típico, isotónico y tostadas de pan con aceite.

Como era todavía muy temprano y no quería despertar a mis mujeres me quedo en el hall del hotel intercambiando los últimos tweets con Novatillo y con Alex, al que en un rato finalmente conocería. Felicito al sensei, por su MMP en media maratón en LPA Night Run y a Pancho por conseguir también MMP en la distancia 10k. 

Ahora si, me subo a la habitación, me preparo, cambio de pantalón en el último momento y doy un beso a mis niñas, las veré en un rato, pero tengo la sensación de irme muy muy lejos.

El camino a la salida es corto (6-7 minutos andando), pero me da tiempo a pensar muchas cosas. Estoy muy nervioso, no se si la palabra es miedo, puede que si. En estos instantes me parece que todo lo entrenado y sufrido no va a servir de nada, que lo que voy a hacer es una locura para la que no estoy preparado. Menos mal que el camino es corto y cuando llego el ambiente de la salida hace que esté un poco más tranquilo. Me dirijo al punto de encuentro de los bloggueros. Identifico rápidamente al Abuelo Runner y que deciros que no sepáis..... es toda una celebrity. Me saluda, pero enseguida tiene que organizar las fotos, conoce a todo el mundo y es todo energía. Me presento a Javi y conozco también a Manuel. Busco al Novatillo y a Alex pero todavía no han llegado. Con un poco de retraso aparecen y me fundo en un gran abrazo con Alex, al que tenía muchas ganas de conocer después de haber compartido nervios esta última semana.

El abuelo, un tipo espectacular

El grupo antes de la salida

La gente se va despidiendo y me quedo con Alex, Manuel, Novatillo y el Abuelo, un honor compartir ese rato con tanto bloggero ilustre. Me voy a achicar agua antes de la salida, porque ya es momento de meterse a los cajones, y cuando vuelvo me encuentro solo y me pongo nervioso, no sabía muy bien que hacer hasta que un poco más abajo diviso a Alex y a Novatillo y me lanzo a por ellos. Ese último rato de charla me ayudó a calmarme. Llegamos a mi cajón y me despido, ellos saldrán desde más atrás. Ellos harán mejor carrera que yo de aquí a Lima y salen más atrás, no lo entendía, pero allí que me metí. El rato allí metido entre la gente fue un infierno. Creo que fueron los diez minutos más largos de mi vida. Estaba sencillamente acojonado. No era mi primera prueba, pero era mi primera maratón y todos mis músculos estaban como atenazados. Hay un montón de gente allí dentro y empiezo a ver ese volar de camisetas del que tanto había oído hablar. Ya no queda nada, conecto el garmin y comenzamos a caminar. Tardo algo más de cuatro minutos en cruzar la pancarta de salida. 

AHÍ VAMOS!!!!!!

Comienzo despacio, muy tranquilito, se que esto va a ser muy largo así que no caigo en la trampa de la salida a lo loco que hacen muchos. Me concentro en respirar y me sorprende algo muy gratamente, es fácil correr sin tropezar con nadie, hay espacio de sobra (supongo que mi ritmo lentón ayudaría en eso). Tenía 3 objetivos para la carrera: el primero y fundamental era TERMINAR (fuera como fuera), el segundo era NO CAMINAR y el tercero era hacer SUB-4 horas. Si conseguía los dos primeros estaba seguro que el tercero podía caer.

Nada más empezar, km.2, primera molestia. Me van rozando las piernas, saltan todas las alarmas, cagada en la elección del pantalón. Pienso que si ahora voy molesto en el 42 podría tener la parte interior de las piernas en carne viva. Pruebo a bajarme un poco el pantalón y parece que la molestia remite. Primer susto salvado!!!

Paso el primer 5k en 29'20'' (5'52''), todo según lo previsto. Quiero hacer una primera media conservadora y si puedo apretar al final. En todas las carreras de mi vida (no son muchas la verdad), siempre he corrido en negativo y aunque se que en una maratón es muy difícil quería intentarlo. Primer recuerdo al sensei, hay que correr como una tía. Llega el primer avituallamiento y voy obsesionado, "no te saltes ninguno, no te saltes ninguno, bebe sin sed, bebe sin sed", pero con un temor importante, es mi primera carrera con tanta gente, estaré hábil para coger la botella?? Me cuesta un poco pero la consigo, tengo mi preciada botella de agua. Paso ampliamente del isotónico. Nunca entreno con nada que no se agua así que el día de la carrera no se prueba nada.

Encaramos el segundo 5k y me pasa algo que no me había pasado nunca, me entran unas ganas impresionantes de mear. Pienso que son los nervios y sigo adelante pero me siento incómodo, algo no va bien. Sigo y veo a alguien familiar, le grito: Guillermo!!!, el gran Novatillo se gira para saludarme y sigue su camino su carrera es otra. Al llegar a la altura de Alex le dice que me han pasado y se gira para saludarme. Dejo de verlos rápidamente. Sigo con mi ritmo diesel. Paso el 10k en 57'56'' (5'43'' este parcial), casi un minuto menos que en el anterior 5k. Paso el segundo avituallamiento sin problema y me tomo mi primer gel, pero sigo con las ganas de mear y me paro en el 12 (me sale el km más lento de carrera, 6'20'') a ver si es verdad que tengo ganas o es algo nervioso. Paro donde puedo y efectivamente tenía la vejiga hasta arriba, más de un minuto perdido y la mente pensando como recuperarían mis piernas de este pequeño contratiempo. Recupero mejor de lo pensado y los próximos 3 kms salen cerca del 5'35''.

Paso el kilómetro 15 en 1h27'13'' (5'51''), algo más lento que el anterior 5k penalizado por mi parada en la cuneta, pero me encuentro muy bien y ahora solo pienso en llegar al 17 para encontrarme por primera vez con mi familia. Justo al dar la curva allí me estarán esperando. Se colocan un poco más atrás de lo acordado pero consigo verlas porque me gritan y mi amiga Celia inmortaliza el momento. Que bonito fue verlas, que alegría, que subidón!!!

Toca seguir, en el 25 volveré a verlas. Sigo mi camino, pero las sensaciones empiezan a no ser tan buenas, pequeñas molestias empiezan a invadir mi cuerpo y me vengo un poco abajo pensando lo mucho que queda para empezar ya con dolores. Paso la media maratón en 2h01'58'' (5'42'', los seis últimos kms.), todo va más o menos según lo previsto, quizá un poco más lento de lo que tenía calculado, pero si corría la segunda más rápido el objetivo de las 4 horas seguía intacto. Me tomo mi segundo gel.

Sobre el km. 22 conozco a una chica que se llama Ana. Vengo haciendo la goma con ella unos cuantos kms, y ahora nos ponemos a charlar un rato. También es su primera maratón y como yo solo piensa en terminar. Lleva una camelback, dice que prefiere su bebida. A mi se me haría rarísimo tener que ir colgando con eso toda la carrera. Llegada al 25, avituallamiento sin problema de nuevo y un poco más adelante veo a mis niñas. De nuevo subidón a tope, buena falta me hacía con lo que me quedaba todavía por delante. Paso el 25 en 2h24'19'' (5'44''). Ya no las volveré a ver hasta el 41, queda mucho, y ahora sin el aliciente de encontrártelas un poco más adelante.

Justo ahora empieza el terreno desconocido para mi. Nunca antes de este día había corrido más de 25 kms así que a partir de ahora todo lo que me encuentre será nuevo. Las molestias lejos de remitir se acentúan pero no me impiden llevar una zancada adecuada. Paso el 30 en 2h53'01'' (5'44''), calco la media del último 5k y aquí empiezo a derrumbarme, porque el objetivo del sub4 se aleja irremediablemente. Trato de tener la cabeza fría, he venido aquí a terminar y eso es lo más importante. Pillo botella de agua en el avituallamiento y me tomo el que será mi tercer y último gel. En estos momentos pienso en Carles Castillejo y en Vanessa Veiga, habrán cumplido sus objetivos?? Si todo les ha ido bien ya deben haber terminado hace un rato. Por la tarde me enteré de toda la historia de Carles, y de la marca que mi paisana Vanessa, que no la dejó muy satisfecha.

Llevo ya casi 3 horas corriendo, intento sacar fuerzas de donde no las tengo e intento tirar. Quiero subir un poco el ritmo, quiero ir más deprisa pero hay dos miedos en mi interior. El primero la cuesta de la que estoy avisado en el km. 33 y segundo el famoso tío del mazo. Al final ni la cuesta (era durilla al llevar tantos kms. en las piernas, pero bastante tendida) ni el tío del mazo (como más tarde me diría Novatillo, no existe, son los padres). Incremento un poco el ritmo en el 34 (lo paso en 5'32'') y definitivamente en el 35, me digo, se acabaron las gilipolleces, has venido aquí a darlo todo y a ello me pongo. Paso el 35 en 3h20'40'' así que si quiero hacer el sub 4 tengo que ponerme las pilas y correr.

A partir de aquí pongo mi pequeño turbo y me lanzo. He de decir que el circuito de Valencia es espectacular. A partir del 34 todo es un falso llano de bajada y hay mucha gente entre el público con lo que esos últimos kms son mágicos. El 35 cae en 5'08, el 36 en 5'01'' (el mejor de toda la carrera), el 37 en 5'11'', el 38 en 5'02'' y me doy un pequeño respiro en el 39 y lo hago en 5'18''. Vuelvo a apretar en el 40 y lo hago a 5'05''. Es mi mejor momento, no paro de adelantar gente, paso a uno y ya pienso en el siguiente, lo visualizo y voy a por él, voy en una nube, voy sufriendo mucho, voy muy cansado, me duele todo..... pero estoy disfrutando, es mi momento, por esto he luchado y lo tengo a tiro. Paso el 40 en 3h46'42'' (5'12'' el último 5k, más de 20 segundos mejor que el anterior, que a su vez había sido el más rápido), y ya respiro. Se que voy a bajar de 4 horas, muy justo pero se que lo voy a conseguir. No he parado a caminar así que voy a conseguir los tres objetivos marcados en la salida.

Solo dos kilómetros y lo tenía hecho. Me faltaba uno para ver a mis niñas por última vez. Que ganas tenía de verlas de nuevo. Había quedado con mi mujer en que me daría el móvil para poder grabar mi entrada en meta (era algo que quería recordar para siempre) y no sin cierta dificultad consiguió dármelo.

Así de guapas me estaban esperando.

Solo quedaba un kilómetro, la gloria me estaba esperando y corrí como un loco hacia ella.

El último kilómetro es sencillamente ANTOLÓGICO. Estaba cerquísima de conseguir lo que tanto me había costado. Iba a correr sobre el agua, iba a terminar mi primer maratón. En este tramo, la gente te lleva en volandas, hay un pasillo humano increíble, por primera vez en mi vida me sentí un deportista importante. La gente grita tu nombre y tu vas en una puta nube, extremadamente cansado pero increíblemente orgulloso. Cuando bajas al recinto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, la emoción te vuelve loco, lo tienes ahí al lado, unos pocos metros y lo habrás conseguido y yo lo grabé para poder disfrutarlo para siempre.

ENTRADA EN META

El vídeo no tiene una muy buena calidad, pero creo que hace sentir un poco de lo que viví en aquel momento. El subidón de un maratoniano cuando cruza la línea de meta en su primer maratón. 

Ya no quedaba nada, solo cruzar la meta, y aún en ese momento, recuerdo para el sensei, "se reconoce a un español cuando cruza la meta en un maratón internacional, porque se tapa el dorsal cuando cruza la meta y sale en la foto con el tapado". Por supuesto le hice caso y apagué el garmin 4 o 5 segundos después.

Lo había conseguido, el trabajo de muchos meses, el esfuerzo de salir a correr con calor, con frío, con lluvia.... todo para llegar a este día y lo había conseguido. En ese momento fui el hombre más feliz del planeta tierra.

Quiero agradecer desde aquí, a todas las personas que me han ayudado a llevar a cabo este reto. Al maestro Gonzalo por sus grandes consejos, a los chicos de Mordor (Alex y Novatillo), a Pancho, al Abuelo Runner, a Javieret, a Manuel, el Cuentakilómetros, a Javi Unyko (he leído mil veces tu crónica de Valencia aunque nunca hemos hablado), a Nacho Gómez del grupo de Facebook de MAPOMA y a Jose Fiscal, me he acordado de todos en algún momento de este maravilloso día que disfruté en Valencia.

Por supuesto también a todas esas personas que estuvieron pendientes de mi en ese día, Moraga, Roberto, Rafiña, Alberto, Amancio, Celia, Sandra, Evelyn, Javi Pérez, Longley, Nando, Oscar, Gracia, Sergio, Pedro, Luis, Jesús y muchos más!!!

Y esta carrera va dedicada a las dos personas de mi vida, sin ellas nada de esto hubiera sido posible. Bea, Celtia, muchas gracias a las dos por hacer posible esta locura, por apoyarme en los malos momentos y por acompañarme en todo momento. Bea, tu ya se que lo estás, pero ahora espero que Celtia vea esto algún día y esté orgullosa de su padre. Os quiero!!!

Tiempo - 3h58'10''

1ª Media - 2h01'58''

2ª Media - 1h56'12''

Puesto - 6485 de 9653

NAMASTE

PD - Esto no para, próximo reto con la mítica prueba, 23 de febrero, Sevilla