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miércoles, 4 de enero de 2012

JASON WILLIAMS

Del jugador que os voy a hablar hoy, me atrevería a decir, que es el que más me ha hecho vibrar como espectador en toda mi vida. Jason Chocolate Blanco Williams es un tipo especial, un jugador que nunca pasó desapercibido y seguramente uno de los mayores estandartes de la historia moderna de la NBA sin llegar nunca a haber disputado el All Star Game.


Jason Chandler Williams fue un base que seleccionó Sacramento en la primera ronda del draft del año 1998 y su impacto en la liga fue inmediato. A Williams hay que medirle por lo que le supuso a la liga como espectáculo y en eso fue uno de los más grandes. En su año rookie se colocó como uno de los cinco que más camisetas vendía en la NBA y consiguió uno de los mayores logros de su carrera individual que fue estar incluido en el mejor quinteto de debutantes de la temporada.

Ver jugar a aquellos Kings era espectáculo garantizado, su visión de juego y esas asistencias imposibles volvían loco a todo el mundo. Aquel equipo de Adelman comandado por el gran Webber, con Divac, con Stojakovic, con Williamson era un auténtico placer para la vista. Recuerdo acabar pases suyos en la cabeza de algún compañero que ni de lejos se podía esperar que el pase fuera llegar allí. Pero hacía real lo imposible y me hizo ver alguno de los mejores highlights de la historia de la liga.


Tres temporadas duró la alegría en el Arco Arena porque los Kings querían dar un paso más en sus aspiraciones de lograr el campeonato y no veían en Jason el hombre que les pudiera dirigir hasta allí. El tiempo ha demostrado que no pudieron lograr el campeonato y privaron a sus aficionados de un jugador que les hacía vibrar. Williams fue traspasado a los Grizzlies y allí le pudimos ver al lado de nuestro Pau que se benefició muchas veces de las asistencias de este jugón. En las cuatro temporadas que juega en Memphis consigue sus mejores números a nivel individual sobre todo en las dos primeras temporadas pero esa calma que le pedían a la hora de dirigir el juego de su equipo hizo mella en el espectáculo que proporcionaba y no pudimos ver a ese JASON tan espectacular de su época de Sacramento.

   
Pero su mejor momento estaba por llegar, en agosto del 2005 en uno de los mayores traspasos de la historia, Memphis le envía a Miami Heat, y esa misma temporada al lado de Wade y de Shaquille consigue el ansiado anillo de la NBA. Quizá en el mejor momento le llegó esta oportunidad, siendo un jugador maduro (30 años) y aportando 12 puntos y 5 asistencias en poco más de 30 minutos por partido para dirigir al mejor equipo de la competición.


Dos temporadas más en Miami, un parón de un año y vuelta a la Florida para jugar con los Magic una temporada completa antes de retirarse definitivamente en la siguiente con 16 partidos jugados con Orlando y 11 con Memphis.

Un icono del basket, un blanco que jugaba como un negro en un playground, un tipo que rompió moldes, alguien capaz de hacer un pase con el codo en el medio de un partido de rookies de la NBA, un espectáculo en toda regla. Un tipo que sin el que no se entiende el basket de la NBA de los últimos años. Querido Jason, gracias por hacerme disfrutar de esa manera. 

Os dejo con la grabación original de Andrés Montes y Antoni Daimiel del famoso pase con el codo y con el homenaje que le rindió el programa Generación + en el momento de su retirada. Disfrutad de este genio.

   

Namaste

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